17 diciembre 2007

Entrenador de Judo

Historia personal

Recuerdo cuando mis padres me llevaron al Edificio Deportivo de Badalona, cercano a la Iglesia Santa María de Badalona, en el otoño de 1971, con algo más de siete años, a probar un deporte que me recomendó mi primo Jordi, que conocía al que fue mi primer profesor, Antonio Cervera, familiarmente conocido como Toni.

Recuerdo subir unas escaleras de acceso desde la calle y un gran local para hacer gimnasia deportiva y con un enorme tatami y una barra de bomberos por la que bajábamos del vestuario a clase.
Tengo un muy grato recuerdo hacia Toni, que me hizo pasar muy buenos momentos y me inculcó el Judo como deporte que ya no abandonaría hasta hoy.

Seguir Leyendo...

Debo que agradecerle tambíén, que ya con doce años y viendo que no podía progresar más en su Dojo, me llevó a otro club de Badalona, el Judo Mifune, al lado de la Calle Prim de Badalona, dirigido Manel Morón y su padre Antoni, donde realmente me formé como judoka y como persona, y a quien le debo enorme gratitud por su dedicación durante años, hasta mi independencia personal como competidor y entrenador.

Todavía recuerdo, ya con 16 años, allá por 1980, y cinto marrón, comencé a dar clases como sustituto ocasional de mi profesor Manel, y al año siguiente ya daba clases regularmente en dos colegios de Badalona, el colegio Fabra, y el colegio Boix, bajo su supervisión.

Al siguiente año ya me incorporé también a la Academia Cultural, también de Badalona.

Para estas fechas ya tenia el cinto negro 1º DAN, el 19 de junio de 1982, día que cumplía 18 años, y en el verano de 1983, la titulación de Monitor de Judo.

Ya con el servicio militar se interrumpieron dichas clases, para después allá por 1985 comenzar mi camino independiente como profesor de Judo, iniciándola en el Judo Himalaya (Gimnasio Body Line), un club de Badalona, donde permanecí ocho años y donde conseguí gran parte de éxitos deportivos por parte de muchos de mis alumnos, y así mismo fui creciendo como competidor y profesor, hasta obtener en 1992 la titulación de Maestro-Entrenador Nacional de Judo y el cinto negro 4º DAN de Judo.

Después, en 1993, por cierre de gimnasio, me trasladé junto a mis alumnos al Judo Vertical, y al mismo tiempo comencé como coordinador de la categoría benjamín y alevín de la Federación Catalana de Judo, a quienes entrenaba los sábados en las instalaciones de INEFC de Barcelona y donde guardo muy gratos recuerdos de muchos competidores, que aún hoy, ya mayores, me recuerdan con afecto.

Esta actividad federativa la alternaba con la de coordinador del Judo Escolar del Barcelonés Norte, de 1992 hasta 1997, en actividades de promoción.

Al año siguiente, en 1994, comencé como Seleccionador Infantil de la Federación, hasta el 1996 que también dirigía la Selección Cadete, y hasta el 2000 año que comencé con la categoría Júnior, hasta el 2004.

Después de tres años de descanso, ya en 2007, vuelvo a comenzar por los más pequeñitos, formando parte del grupo coordinador de benjamines y alevines, estando muy ilusionado de poder volver a comenzar y poder dar todo lo que fui aprendiendo a lo largo de mi vida deportiva.

De todos estos años trabajando para la Federación guardo con especial cariño los trofeos conseguidos con las diferentes selecciones, así como los premios hacia mi persona y el reconocimiento recibido de muchos entrenadores tanto a nivel español, como extranjero.

De éstos últimos, guardo especial recuerdo al ser el primer español invitado en dos ocasiones por Patrick Roux, en 2002, con el Maestro Ogata, profesor del campeón Yamashita, y en 2003, con Hiroshi Nakanishi, gran pedagogo y seleccionador de Judo japonés, al Seminario para Maestros realizado en París, organizado por la Federación Francesa de Judo, y donde pude conocer y relacionarme con todos los mejores seleccionadores de los países más significativos del Judo mundial y con grandes competidores olímpicos y mundiales.

De todas formas, también disfruté mucho participando en diferentes stages de competición, desde el primero en 1978 con Jean Luc Rougé, hasta el realizado en París el 2003.

Fueron muchos stages, y muchos maestros y campeones reconocidos con los que tuve la suerte de poder trabajar sus técnicas, siendo Neil Adams, uno de los más destacados junto a Katanishi, por su capacidad como pedagogos.

De todas formas, siempre guardaré recuerdo a los destacados maestros que conocí desde niño en Cataluña, desde los maestros Birnbaum, Serna, Talens, Ruiz, Fernández, Reyero, Paez, que tuve la ocasión de disfrutar como profesores en los diferentes cursos de Monitor, Entrenador Regional y Entrenador Nacional que realicé, y de los que realmente me siento afortunado pues fueron y son un referente del Judo catalán y español, tanto a nivel competitivo como didáctico.

También recuerdo con gran cariño el primer trofeo obtenido como competidor, un 4º clasificado en el Campeonato organizado por la Delegación de la Juventud “San Fernando” en 1973, con nueve años, hasta el último, el 2ª lugar en el Cto. de Cataluña Senior de 1994, con treinta años, dirigido por el profesor Guzmán del Judo Liceo, donde entrené regularmente dos temporadas antes de retirarme como competidor.

Guardo gratos recuerdos de mi etapa como competidor que se dilató muchos años, y donde me respetaron las lesiones, siempre atendido por Eduard Farré, mi traumatólogo durante esos años, en los que competí de forma seria y habitual desde los 12 a los 30 años.

De esta etapa, como competidor, guardo con especial cariño mi etapa desde la categoría, entonces denominada “esperanza” y en menos de 64Kg hasta la júnior en menos de 65kgs, obteniendo siempre algún podio en todas las competiciones organizadas por la Federación Catalana de Judo.

Como profesor, finalmente desde 1999 y hasta el 2006, trasladamos el Dojo del Judo Vertical, al Gimnasio Fitness Limit, en Badalona, continuando con los alumnos y el ritmo de competiciones, hasta la actualidad, que por cierre de gimnasio, trasladamos en diciembre de 2006 la actividad al Judo Congrés, de la Asociación de Vecinos Congrés de Badalona.

Actividad que alterno con las clases desde ya hace tres temporadas en el Colegio Voramar de Barcelona.

De esta última época, como profesor, guardo con especial cariño la obtención del Cinturón Negro 6º DAN, con mi alumno Sergio de uke, el 18 de Diciembre de 2004, día que mi hijo cumplía 9 años, Examen al que accedí con la edad mínima exigida por la Federación Española, 40 años, y siendo uno de los más jóvenes de España en su obtención, después de 22 años de Cinturón Negro y habiendo superado todos los exámenes vía competición con éxito y respetando los tiempos y requisitos exigidos por la Real Federación Española de Judo.

Curiosamente, conseguí algo que deseaba justo desde que en el Stage de Judo, dirigido por Jean Luc Rougé, en Malgrat, en 1978, observé que portaba un cinturón blanco-rojo, nunca visto, y que me produjo una gran impresión y ganas de obtenerlo.

Es gratificante haber formado, y formar aún, parte de la familia del Judo catalán y haber vivido experiencias con grandes competidores, desde los primeros competidores campeones catalanes, Serna, Ruiz, Paez, Azañón y muchos otros, pasando después por Soler, Griñó, Ricardo Antonio, habiendo hecho randori también con competidores de nivel nacional como Sotillo, Lorenzo, Quino Ruiz, Blasco, Cardell, o extrangeros, Adams, Roux, Katanishi, Bridge, Soloudokine, Vial, Nakanishi, Ogata, etc….


Es difícil poder sintetizar y resumir toda una vida dedicada al Judo, 35 años ya, desde mis comienzos, por ello ruego me disculpe el posible lector, pues seguro que me dejo muchos nombres de muchas personas que me han enriquecido a lo largo de mi camino vital y deportivo, a las que pido perdón por mi mala memoria.

Aunque con lo que realmente me quedo es con el afecto de mis alumnos pequeños y adultos, y de gran parte de competidores de Cataluña, lo que me hace sentir rico emocionalmente hablando y personalmente reconocido.

Un recuerdo y un agradecimiento a todos y cada uno de ellos, pues sin su ayuda yo no hubiera sido lo que soy, ni hubiera llegado donde lo hice. Durante muchos años disfruté de muchos viajes y experiencias en los que viví momentos de mucha felicidad, y en otros, sin sabores que hacían que me estimulase aún más.

Podría hacer un gran listado con todos los nombres y resultados en competición de mis alumnos, pero con el permiso de todos ellos, si debo destacar a alguno de ellos, es a Daniel Linares, pues gran parte lo que soy como entrenador se lo debo a él, pues hubo un momento en que su potencial era tan grande, cuando tenía 13 años, que llegué a plantearme lo que hizo mi primer profesor conmigo, en un gran gesto de honestidad, el de llevar a mi alumno a otro Dojo para que llegara al máximo deportivamente hablando.

Después de unos días pensativo, me planteé desde entonces participar en todos los stages de grandes maestros y competidores con el fin de aprender el máximo y poder trasmitirle esos conocimientos para hacerle campeón, y así lo hice, siendo lo que me reforzó para proseguir como Entrenador de Judo.

Luego, los resultados no dejaron de llegar, convirtiéndose en un gran judoka técnico y competitivo, y lo que es más, una persona reconocida y respetada por todos los judokas catalanes y nacionales.

Bien, creo que conté casi todas las cosas importantes, al menos es la sensación que me produce, aunque seguro que me dejo algo, de todos modos “todavía queda mucha historia por vivir…mucho camino que recorrer…camino suave, firme y decidido.”

No puedo mas, sino agradecer, haber podido dedicar mi vida a mi pasión, y convertirla en profesión. Creo que no hay nada más grato y que alimente más el espíritu que poder enseñar a las personar. Poder dar a los demás.