17 diciembre 2007

Coaching Deportivo

¿Qué es el Coaching Deportivo?

El coaching se utiliza para sacar el máximo rendimiento de la persona, direccionándola hacia aquello que desea y que se ajusta a su objetivo, que integra lo que desea desde dentro, produciéndole satisfacción y crecimiento personal y motivación para trabajarse así mismo, integrando comportamientos y hábitos que le llevan a sentir éxito personal y emocional.
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Llega un momento, después de trabajar la parte externa, la imagen, tan de moda hasta ahora, que la persona sigue sin sentirse bien, y fuerza su musculatura, ya sea con sesiones cada vez más fuertes de ejercicios, o bien con cirugía o tomando pastillas milagrosas.

Bien sabido es que esto no tiene límite, es una espiral peligrosa, pues el éxito personal está en el trabajo desde dentro hacia fuera, y no desde fuera hacia dentro.

¿Por qué no trabajamos con mesura el cuerpo y la mente? ¿Acaso no es posible sentirse bien y dejarse de qué pensaran los demás, teniendo más o menos curvas?

Trabajemos pues para ser ancianos saludables y podamos disfrutar de lo que nos proporciona la vida, sentir lo que hacemos, y no únicamente para tener un tono muscular deseado por todos durante cinco o seis años.

Aceptémonos y disfrutemos de nosotros y de los demás, busquemos aquéllos estímulos que nos ayuden a disfrutar de la vida con salud y alegría.

Ocupémonos de la familia, el trabajo, las amistades, el ocio, equilibrando nuestro camino vital.

Tengamos pues un físico adecuado y no dejado, un trabajo acorde que satisfaga y potencie nuestro talento y habilidad, dinero para poder cubrir nuestras necesidades y realizar nuestros objetivos, cuidemos nuestros amigos, así como la salud con nuestra alimentación, seamos cómplices del desarrollo de nuestra pareja y socios, no solo sociedad, busquemos desarrollo personal aplicándonos aquello que en el camino de la vida encontramos saludable e integrador para con nuestra forma de ser, no olvidemos tener tiempo para el ocio y la diversión.

“Apaguemos la luz de la mesita de noche y dejémonos llevar por un sueño reparador, para proseguir nuestro camino al día siguiente, sin que aparezcan nuestros fantasmas”

“Tener fantasmas es normal, dejar de tenerlos, también”